domingo, 1 de noviembre de 2015

Para Reflexionar

“No te acerques a mi tumba sollozando,
no estoy ahí ...
Estoy en el viento que te acaricia,
en las plantas que riegas cada día,
en las estrellas que brillan 
de noche sobre tu hogar,
en la sonrisa de tus hijos,
en los pajaritos que cantan en tu ventana...
Por eso,
no te acerques a mi tumba sollozando...
No estoy ahí...
Estoy en tu recuerdo y en tu corazón" 

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